domingo, 1 de septiembre de 2013

EL ASOCIACIONISMO JUVENIL EN VILLENA COMO CONDICIÓN DE ESTÍMULO AL EMPLEO JUVENIL

"El asociacionismo es un síntoma de salud democrática"

Pocas personas consideran un asunto importante la falta de oportunidades para los jóvenes en Villena. Sólo espero que este artículo pueda servir como un toque de atención a la política de un pueblo que dice caminar para todas las direcciones pero sigue sin moverse del mismo punto que hace un año en este tema.

No será una reflexión general, sólo será por la parte que me toca al pertenecer a ella, sobre la población joven, un colectivo que es muy difuso, con distintos intereses y distintos niveles de renta, formación, etc. Estoy convencido de que los jóvenes estamos en disposición de ofrecer más por Villena de lo que ahora podemos. No quiero decir que se impida, que en esta ciudad haya una especie de pavor al cambio generacional, aunque es curioso que la precariedad sea la nota común del empleo joven en Villena.

Muchos amigos/compañeros/conocidos son la prueba de la inestabilidad del mercado laboral en Villena: con una contratación limitada, y unas condiciones que siempre acaban siendo más duras que lo prometido al empezar a trabajar, se disponen a cubrir bajas, el mismo trabajo que antes del ERE hacía un indefinido pero con menos salario, a hacerle un servicio puntual que mejorará el valor de su empresa a largo plazo, y vuelven a la búsqueda de empleo sin apenas cotizar unos meses. Y estos son aquellos que trabajan, porque si resulta que abandonaste los estudios antes de tener el graduado, encontrar empleo es casi una utopía.

Dentro del contexto de crisis general en el que aún está inmersa España, son muchos pueblos y ciudades como Villena las que se encuentran en la misma situación, en una especie de crisis urbana que destruye en vez de ser un estado de crecimiento paralizado, mientras los jóvenes se marchan cansados de ser excluidos del cambio de dinámica económica que no llega nunca. Sin los jóvenes, se pierde el hilo conector generacional, creando problemas de identidad social, y se distancian las distintas preferencias, ideas y soluciones. Sin embargo, tal como sí ha pasado en otros lugares, se ha apostado por dar voz a los jóvenes, apostar por ellos, y ha funcionado.

Eso sí, en otros lugares lo tenían más fácil. Había un mayor movimiento asociativo, y si un día, por arte de magia un concejal caía en la cuenta de que los jóvenes podían tener problemas, solo tenían que consultar con los representantes de esa asociación o asociaciones juveniles, probar unas políticas(de facilitación de la contratación, de más estabilidad laboral, de formación, de capacitación para innovar, etc) y evaluar los resultados e impactos de las mismas.  

En Villena eso es casi imposible. Aparte de los deportes, que si cumplen el rol de enseñar valores de trabajo en equipo a los jóvenes, las demás asociaciones o son religiosas/tradicionales y totalmente jerarquizadas, o son de ocio cutre. Artísticas son muy escasas. Y asociaciones que hagan trabajo de elaboración de conocimiento, de debate, de crítica, son casi nulas, y desde el ayuntamiento parece que tampoco se han promovido espacios para ello, como serían las de lectura, teatro alternativo o de crítica de cine.

La autoorganización que supone asociarse para diseñar objetivos y llevarlos a cabo, es un impulso a la creatividad de los jóvenes, a la formación de proyectos y a la relación con otras asociaciones, organismos, empresas y las personas que componen Villena. Qué necesitan los jóvenes es algo a lo que pueden responder ellos mismos, y para llevarlo a la práctica información y recursos podrían ser buenos cauces.

Otros beneficios del asociacionismo son la motivación que produce en las personas, la mezcla del rigor y dinámicas que integran y ayudan a trabajar, la regularidad, la cooperación, el voluntarismo, la formación, creación de redes sociales, y en última instancia quizás, la interculturalidad y introducción de valores más igualitarios entre sexos. También remarcar que esos beneficios se consiguen antes si la asociación funciona los más horizontalmente posible, y intenta asignar tareas para todos y todas que lo deseen sin división sexual del trabajo, desde la perspectiva de género.


Por último están las asociaciones políticas para jóvenes. Yo soy miembro de Jóvenes de Izquierda Unida, y sé que puede ser complicado a veces coordinar trabajo político con jóvenes de otras asociaciones políticas porque su visión ideológica del mundo está en otro espectro, o incluso en el opuesto, pero hay asuntos, y momentos, que no se pueden ignorar. Estamos en crisis, y en Villena la gente no necesita sólo trabajar, sino sentirse a gusto en su ciudad y contribuir a mejorarla, y creo que desde las asociaciones es el mejor lugar. Lugar donde crear iniciativas, ponerlas a prueba y integrar a cualquiera que le interese lo que se haga.

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