"El
asociacionismo es un síntoma de salud democrática"
Pocas personas
consideran un asunto importante la falta de oportunidades para los jóvenes en
Villena. Sólo espero que este artículo pueda servir como un toque de atención a la política
de un pueblo que dice caminar para todas las direcciones pero sigue sin moverse
del mismo punto que hace un año en este tema.
No será una
reflexión general, sólo será por la parte que me toca al pertenecer a ella,
sobre la población joven, un colectivo que es muy difuso, con distintos
intereses y distintos niveles de renta, formación, etc. Estoy convencido de que
los jóvenes estamos en disposición de ofrecer más por Villena de lo que ahora
podemos. No quiero decir que se impida, que en esta ciudad haya una especie de
pavor al cambio generacional, aunque es curioso que la precariedad sea la nota
común del empleo joven en Villena.
Muchos
amigos/compañeros/conocidos son la prueba de la inestabilidad del mercado
laboral en Villena: con una contratación limitada, y unas condiciones que
siempre acaban siendo más duras que lo prometido al empezar a trabajar, se
disponen a cubrir bajas, el mismo trabajo que antes del ERE hacía un indefinido
pero con menos salario, a hacerle un servicio puntual que mejorará el valor de
su empresa a largo plazo, y vuelven a la búsqueda de empleo sin apenas cotizar
unos meses. Y estos son aquellos que trabajan, porque si resulta que
abandonaste los estudios antes de tener el graduado, encontrar empleo es casi
una utopía.
Dentro del
contexto de crisis general en el que aún está inmersa España, son muchos
pueblos y ciudades como Villena las que se encuentran en la misma situación, en
una especie de crisis urbana que destruye en vez de ser un estado de
crecimiento paralizado, mientras los jóvenes se marchan cansados de ser
excluidos del cambio de dinámica económica que no llega nunca. Sin los jóvenes,
se pierde el hilo conector generacional, creando problemas de identidad social,
y se distancian las distintas preferencias, ideas y soluciones. Sin embargo,
tal como sí ha pasado en otros lugares, se ha apostado por dar voz a los
jóvenes, apostar por ellos, y ha funcionado.
Eso sí, en otros
lugares lo tenían más fácil. Había un mayor movimiento asociativo, y si un día,
por arte de magia un concejal caía en la cuenta de que los jóvenes podían tener
problemas, solo tenían que consultar con los representantes de esa asociación o
asociaciones juveniles, probar unas políticas(de facilitación de la
contratación, de más estabilidad laboral, de formación, de capacitación para
innovar, etc) y evaluar los resultados e impactos de las mismas.
En Villena eso
es casi imposible. Aparte de los deportes, que si cumplen el rol de enseñar
valores de trabajo en equipo a los jóvenes, las demás asociaciones o son
religiosas/tradicionales y totalmente jerarquizadas, o son de ocio cutre.
Artísticas son muy escasas. Y asociaciones que hagan trabajo de elaboración de
conocimiento, de debate, de crítica, son casi nulas, y desde el ayuntamiento
parece que tampoco se han promovido espacios para ello, como serían las de
lectura, teatro alternativo o de crítica de cine.
La
autoorganización que supone asociarse para diseñar objetivos y llevarlos a
cabo, es un impulso a la creatividad de los jóvenes, a la formación de
proyectos y a la relación con otras asociaciones, organismos, empresas y las
personas que componen Villena. Qué necesitan los jóvenes es algo a lo que pueden
responder ellos mismos, y para llevarlo a la práctica información y recursos
podrían ser buenos cauces.
Otros beneficios
del asociacionismo son la motivación que produce en las personas, la mezcla del
rigor y dinámicas que integran y ayudan a trabajar, la regularidad, la
cooperación, el voluntarismo, la formación, creación de redes sociales, y en
última instancia quizás, la interculturalidad y introducción de valores más
igualitarios entre sexos. También remarcar que esos beneficios se consiguen
antes si la asociación funciona los más horizontalmente posible, y intenta
asignar tareas para todos y todas que lo deseen sin división sexual del
trabajo, desde la perspectiva de género.
Por último están las asociaciones políticas para jóvenes. Yo soy miembro de Jóvenes de Izquierda Unida, y sé que puede ser complicado a veces coordinar trabajo político con jóvenes de otras asociaciones políticas porque su visión ideológica del mundo está en otro espectro, o incluso en el opuesto, pero hay asuntos, y momentos, que no se pueden ignorar. Estamos en crisis, y en Villena la gente no necesita sólo trabajar, sino sentirse a gusto en su ciudad y contribuir a mejorarla, y creo que desde las asociaciones es el mejor lugar. Lugar donde crear iniciativas, ponerlas a prueba y integrar a cualquiera que le interese lo que se haga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario