Los
resultados que han dejado esta jornada electoral son sorprendentes, impactan, y
han dejado tocados y tocadas a los y las políticas españolas. Un cambio se
avecina, teniendo en cuenta que son europeas y la participación sigue siendo
muy baja, lo que es normal conforme ve cada persona a la Unión Europea desde
España.
Misma
participación(sobre el 45%), pero un mapa político diferente, con las dos
fuerzas bipartidistas rozando los límites de la historia democrática
post-transición, sin llegar al 50% de los votos válidos. PP(26%) y PSOE(23%)
quedan muy tocados, nada que ver con sus entre 70-90% porcentajes de voto de
todas las elecciones anteriores.
La
explicación viene del aumento de las desigualdades en el Estado español, los
recortes de servicios básicos, el encarecimiento de las necesidades básicas, el
menoscabo de los derechos y libertades en muchos casos, la poca democracia
desde las instituciones y los medios de comunicación que existe y la falta de
oportunidades en un mercado laboral destruido que ya no garantiza una vida
digna. Sumando a ello, la visión que se tiene de una Unión Europea que hace
todo desde la sombra, que limita nuestra soberanía y nos impone austeridad.
Aún
así, mucha gente cree en la Unión Europea, y que el destino y presente del
Estado español podría ser peor fuera de ella, lógico cuando a falta de
políticos y políticas currantes y con inteligencia gobierna un grupo, casta,
élite o como se le quiera llamar que tiene como objetivo mantener el asiento,
tener contentos a los empresarios, banqueros y políticos de otros países y deja
al margen a los millones de ciudadanos, y por lo tanto, trabajadores y
trabajadoras.
Se
creía en estas elecciones que se podía cambiar la Unión Europea con el voto.
Que inocentes seguimos siendo, y con esto no reivindico la abstención, todo lo
contrario. Políticas poco claras que se llevaban en el programa, debates fuera de
sitio de lo que está pasando en el mundo y la Unión Europea, han provocado la
desafección de muchísimos ciudadanos, no solo en España, sino en toda la Unión
Europea. Pero en general, poco cambia. El Partido Popular Europeo baja 50
escaños, el Partido Socialista Europeo queda igual, como los liberales, bajan
los conservadores, y suben los Partido Verde Europeo y el Partido de la
Izquierda Europea(unos 20 eurodiputados cada uno). Mientras la ultraderecha
gana unos escaños que le sirven para mantener el mensaje del odio al extranjero
y el euroescepticismo. No gana la izquierda, pese a la crisis que existe y pese
a saber que los y las culpables tienen nombres, apellidos y ideología.
Por eso,
hay que hacer una gran reflexión. Sobre si la Unión Europea se podrá sostener,
si se verá capaz de lanzar verdaderas políticas sociales a través de grandes
pactos entre ideologías o países, o seguirá tirando de mayoría aunque la
verdadera mayoría este en la abstención sin contar con las demás fuerzas. La
Unión Europea sigue creciendo, y en un mundo donde los países vecinos tienen
conflictos políticos que dejan miles de muertos y geopolíticamente EEUU que era
la apuesta política de la Unión Europea(como se ve con ese mantenimiento de la
OTAN y ese Tratado de Libre Comercio que nos querían y ahora, con estos
resultados, seguro nos imponen).
Habrá más recortes, más crisis, y la solución
la tendrán que poner sobre la mesa los ciudadanos, y seguro que no será la mesa
de Bruselas, sino la mesa de las capitales y ciudades.
A nivel
español, la lectura es más optimista. No sólo se derrumba el bipartidismo, con
un 49% de los votos válidos, sino que, entre las fuerzas que crecen, la
izquierda se eleva con dos grandes partidos a nivel de votos: la Izquierda
Plural(9,99%), y Podemos(7,96%). Con sus 6 y 5 escaños, demuestra que el poder
de la izquierda tiene mucho que decir en el futuro de la política española.
Otro resultado que hay que tener en cuenta, es el crecimiento de los partidos
que apuestan por más soberanía territorial dentro de España, por el derecho a
decidir o incluso por la independencia, como son los 3 escaños de CEU, 2 de
EPDD, y 1 de LPD, algo significativo al ser las elecciones en clave europea, y
se iguala la independencia de derechas con la de izquierdas a fuerzas(aunque no
es comparable la política medio socialdemócrata-liberal de ERC con la de
verdadera ruptura democrático-popular europea de EH-Bildu).
Sube la
izquierda, y sube así el poder popular, el poder de la gente. De la gente que
acude a las asambleas y hace política día a día, sin obtener nada a cambio,
solo por el hecho de mejorar la sociedad desde los espacios donde tiene a sus
compañeros y compañeras, donde está en mayoría pero sufre los ataques de la
minoría que está en el poder de cada ayuntamiento, universidad, hospital,
centro de trabajo.
Hay que
entender con ello, que otra forma de hacer política y de concebir la democracia
está bullendo en este Estado que venía de una época de desafección política, de
dejar hacer. Un mensaje que deben de captar partidos, como Izquierda Unida, del
que formo parte, y que debe hacer autocrítica de los resultados de estas
elecciones si de verdad quiere apostar por mejorar la situación de las
personas. Son momentos de arriesgarse y salir a morder, a por todas. Podemos lo
ha hecho, y hay otras fuerzas, que con más imagen política, como recuerdo por
ejemplo a PACMA, CUP, Bildu o EQUO que también lo habrían conseguido, pues
tienen gente capacitada para ello y verdaderas políticas de cambio, pero
Podemos ha creado un áurea de esperanza(basada en un líder carismático y en lo
juvenil de su movimiento sin renunciar a un programa breve y poco concreto,
pero sí, de izquierdas) que no necesita convencer con largos discursos. Es la
política de la austeridad de campaña pero del trabajo, de la ambición desde la
humildad. Perfecta para unas elecciones como las europeas.
Pero a
Podemos le faltará fondo, le falta conocer cómo trabajar por llegar a pactos, a
consensos, como sortear las contradicciones, como crear proyecto y cómo
defenderlo. Y no lo lograrán hacer solos. Necesitarán militantes de verdad,
totalmente comprometidos, políticas comunes, movilización y acción constante, y
más trabajo porque esto solo acaba de empezar. Y Izquierda Unida debe estar
trabajando también, desde sus ideas, y su proyecto que lleva ya muchos años,
abriendo la participación y reforzando la izquierda que puede venir de Podemos,
para, como han dicho tanto Cayo Lara y Pablo Iglesias, confluir, y junto a
ellos ,quien más quiera participar y decir basta de una vez, a las políticas
neoliberales y dar el poder a la gente, que tantos años le ha sido arrebatado.
Queda trabajo,
pero habrá lucha, en las calles y en el terreno político. Hay posibilidades de
crear una gran izquierda, una Syriza, y echar a PP y PSOE fuera del centro de
la política. Devolver las ganas de levantar el Estado a los trabajadores y
trabajadores, para, que en un futuro esperemos no muy lejano, no necesitarlo,
consiguiendo así, la extinción del mismo.
PD:
UPyD crece hasta los 4 escaños. Veremos si son socialdemócratas o liberales, o
conservadores, con su práctica política. Si votan a favor de los rescates, de
las ayudas a la banca, del Tratado de Libre Comercio-EEUU... Porque eso de
"ni izquierdas ni de derechas", es imposible.
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