Tras
las elecciones europeas de la semana pasada, y la fuerte entrada parlamentaria de
Podemos con el resultado de 5 eurodiputados y eurodiputadas, las televisiones,
periódicos y otros medios de comunicación que sostienen el bipartidismo han
reaccionado deslegitimando el partido, caracterizando sus propuestas de
demagógicas y utópicas. Nada más lejos de la realidad. Son posibles, y no son
nuevas ni llevan a la miseria.
Ni son
iguales a las leyes que se aplican en Venezuela o Cuba, ni Venezuela y Cuba
están tan mal como lo pintan. Son leyes reformistas, de tinte socialdemócrata,
y llevan en el programa de Izquierda Unida desde hace varios años, surgidas del
consenso entre miles de posturas y tras arduos y largos debates, entre militantes
y corrientes.
Lo que
pasa es que gran parte de las mismas son transformadoras, destinadas a poner
los cimientos de una nueva sociedad, mejor o peor dependerá de la lucha social
de las personas, pues como ha demostrado la historia, las políticas por sí
solas no cambian un modelo social y económico, necesitan del apoyo y
legitimación de las personas. Y son propuestas destinadas a construir una
sociedad más igualitaria, es decir, socialista, necesitan de un respaldo humano
y económico suficiente para afrontar la lucha contra las élites capitalistas y
conservadoras.
Por un
lado, están las de contenido cultural, como más apoyo a la creación de cultura,
contenido libre y gratuito, medidas de laicización de la sociedad y de I+D+i, y
una educación más relacionada con las necesidades de la sociedad, defensa de
los derechos reproductivos y libertades de expresión y asociación. Estas
medidas, si bien suponen pérdida de control sobre lo que se piensa(de la
iglesia, de los grandes medios), son toleradas por el sistema.
Por
otro lado, están las relacionadas con el nivel de democracia, son aquellas que
pretenden incluir a los y las ciudadanas en los procesos de decisión, sobre los
temas más importantes al menos, recibir una información más transparente y
amplia, y atribuir responsabilidad a autores de delitos públicos como la
corrupción, malversacion, etc. Estas medidas reducen la discrecionalidad del
poder y la influencia de lobbys, y otras élites estatales, regionales y locales
en lo público, pero pueden existir si los intereses privados son asimismo
respetados y se crea la consciencia en el ciudadano de que cualquier interés
privado le acaba beneficiando directa o indirectamente a él.
Por
último, están las medidas relacionadas con la economía del país, con su modelo
productivo, con su regulación de impuestos, con mayor seguridad laboral para
los trabajadores y trabajadoras, con la fijación de servicios públicos de
cobertura universal y con la intención de a corto-medio plazo alcanzar la
nacionalización de sectores que también inciden sobre el bienestar general,
como la energía, la banca, los transportes, creación de economías ecológicas a
través de empleo y control privado verde. Estas son las medidas verdaderamente
temidas por los grandes poderes, ya sea en España, en Europa o cualquier país,
las que reducen las desigualdades. Estos poderes, tras estas elecciones
europeas, no han perdido ni un segundo en afirmar que esas políticas llevan a
la ruina.
Tienen
razón pero no dicen toda la verdad: llevan a "su" ruina, no a la de los
ciudadanos y ciudadanas.
Como
decía anteriormente, IU lleva años defendiendo estas propuestas o medidas, que
serían de una implementación progresiva de forma que pudieran ser lo
suficientemente debatidas y conocidas públicamente para conseguir una
aplicación efectiva y duradera, y no a golpe de Real-Decreto como ha hecho el
PP.
Y para
defenderlas se apoya en datos y hipótesis de posibilidad. ¿El Derecho a la
Vivienda ? Hay 3 millones de viviendas vacías en España. ¿Planes de empleo, con
enfoque verde y para reindustrializar el país? Subida de impuestos adecuada a
las necesidades, inversión, eliminación de gastos superfluos, lucha contra el
fraude fiscal y los paraísos fiscales(de verdad) y auditoría de la deuda.
¿Nacionalización de la energía? Adquisición de los canales de importación y
distribución y obtención de altos beneficios a corto-medio plazo.
¿Recuperación de salarios dignos, de poder adquisitivo? Los mismos empleos, retornan la mitad del salario en impuestos directos, y de los demás gran parte en impuestos indirectos. Además, más trabajo, significa menos paro y con ello menos gasto en prestaciones. Y una mayor seguridad laboral significa revalorización del puesto de trabajo, dentro y fuera del país.
¿Recuperación de salarios dignos, de poder adquisitivo? Los mismos empleos, retornan la mitad del salario en impuestos directos, y de los demás gran parte en impuestos indirectos. Además, más trabajo, significa menos paro y con ello menos gasto en prestaciones. Y una mayor seguridad laboral significa revalorización del puesto de trabajo, dentro y fuera del país.
Finalmente,
son propuestas que luego se desarrollarían con mayores poderes a los
municipios, para poder liderar sus propios procesos de desarrollo y gestión de
recursos naturales que les pertenecen. Nada de suposiciones. Hay alimentos,
medios de producción de energía, agua y viviendas más que suficientes en España
y en el mundo para que cualquiera pueda tener un derecho mínimo a ello. Lo que
pasa es la sociedad distribuye de manera ineficiente a propósito para disponer
siempre de espacios de beneficios privados y de acumulación de poder y para
mantener compitiendo a los y las trabajadoras de manera que desciendan los
salarios, desperdiciando así recursos básicos para la vida(como los alimentos
que se desechan y las viviendas vacías) y negando derechos.